Para los promotores de salud, es vital definir las actividades con las cuales va a intervenir en los diferentes tipos de investigación que despliega. Por eso es que podemos disponer de un instrumento que nos facilita la programación de las mismas para el logro.
Dentro de esos puntos encontramos:
1. Diagnóstico: en este se hace la detección de las debilidades del objeto de estudio. Es de gran importancia ya que va a definir las bases de nuestra intervención.
2. Formular objetivos: como en toda actividad que requiere de un carácter serio, la IAP en cuanto a la intervención, requiere de objetivos que permitan esclarecer la intención del promotor y a su vez las actividades de intervención.
3. Definir metas: a partir de los objetivos podemos establecer metas de largo o corto plazo, a cumplir de acuerdo a los objetivos. Siendo este un punto importante y un reto a su vez para quién quiere abarcar gran parte del objetivo.
4. Analizar recursos: generalmente por mi experiencia en educación, luego de plantear la actividad se mencionan los recursos, sin embargo se piensa en lo que se posee. En este caso no es bueno no pensar antes en los recursos, ya que es un proceso de aprendizaje pero el nivel es aún un poco mayor, el cual dependerá en gran parte de recursos económicos que no pueden ser cubiertos por el promotor, en esta esencia de la meditación de los recursos es que luego determinara en gran parte el éxito de las actividades.
5. Actividades: es la fase que más relación tiene en el cambio de la situación de las personas, ya que desde acá se realiza el aprendizaje y cambio de la mentalidad de las personas, por lo que necesitan ser dinámicas y adecuarse a las características de la población.
6. Responsables: la responsabilidad es un valor que se debe tomar como tal al describir los responsables, ya que de ellos dependerá la realización de las actividades.
7. Distribuir el tiempo: factor con el que hay que lidiar en cualquier actividad, pues en la organización nunca se piensa en contratiempos, lo cual es muy importante, pero además muchas veces destinamos muy poco tiempo a actividades profundas o mucho tiempo a estas mismas; en ocasiones resulta tedioso para los participantes que las actividades transcurran lentamente, pero en otras poco provechoso que se realicen muy rápido.
8. Ejecutar las actividades.
9. Evaluación: proceso de gran importancia, el cual dará el chance de poder medir la cantidad y calidad del aprendizaje que se dio en las diferentes actividades, más aún cuando estás tienen un apartado de sugerencias, que van a mejorar próximas actividades.
En fin, un sin número de factores influyen en la organización de las actividades, pero en el orden de las mismas estos pasos son los que generalizan el proceso, para luego volverlo específico y hasta cierto punto efectivo.